El 54% de los adolescentes reporta que sus amigos participan en apuestas online, una actividad que se desarrolla más en el género masculino entre los niveles socioeconómicos medio y alto. Aun así, sólo el 7% admite haber apostado, lo que resulta un indicio sobre la falta de reconocimiento de la práctica. Las apuestas en línea están principalmente vinculadas a la búsqueda de "dinero fácil" (59% de las respuestas), seguida por quienes las asocians al entretenimiento (29%). En menor medida, el 8% las relaciona con conductas adictivas, mientras que el 4% las utiliza con objetivos de consumo específicos. Los datos surgen de la investigación realizada por la ONG Junior Achievement y el Centro de Evaluación de Políticas Basadas en la Evidencia (CEPE) de la Universidad Di Tella, con el apoyo de BBVA. Este sondeo había advertido que nueve de cada 10 adolescentes y jóvenes emplean billeteras digitales en la Argentina.
Los casinos virtuales se han consolidado como los principales canales de apuestas entre aquellos que afirman conocer a personas que practican esta actividad, aunque las apuestas deportivas también ocupan un lugar destacado, especialmente entre los hombres. Además, se observa una clara diferenciación según el nivel socioeconómico: mientras que en los sectores de nivel socioeconómico alto predomina el enfoque lúdico y recreativo, en los sectores de nivel bajo se resalta la búsqueda de ganancias rápidas, lo que refleja un contraste en las motivaciones y expectativas de los jugadores.
Otra investigación que enciende luces rojas
Un estudio previo de la Universidad Nacional de Córdoba junto a la Unidad de Estudios Epidemiológicos en Salud Mental de la Facultad de Psicología corrobora los riesgos de la ludopatía. A diferencia del trabajo del CEPE, de Junior Achievement y de BBVA, más chicos afirmaron que habían ido a un casino virtual. En la investigación cordobesa fueron encuestados 496 jóvenes de 18 a 21 años, y el 40% de los estudiantes dijo que había apostado dinero en juegos en línea al menos una vez.
El 16% ha enfrentado problemas personales o sociales derivados de las apuestas mientras que el 22% presenta señales de riesgo que podrían llevar a complicaciones mayores. Entre los estudiantes que trabajan para financiar sus estudios, el 74% reconoció haber participado en apuestas, en comparación con el 35% de aquellos que dependen económicamente de sus familias. Curiosamente, ninguno de los encuestados que recibe únicamente una beca como fuente de ingreso indicó haber participado en apuestas en línea.